Decepciones: Un fiasco de ascenso I

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Quizá mucha gente no lo sepa, pero en Argentina además de las “clásicas” selecciones mayor y para menores de determinadas edades ha habido otros combinados nacionales: los del ascenso. En líneas generales no han perdurado en el tiempo, pero equipos conformados por jugadores de la B Metro y la C han representado a nuestro país en torneos amistosos allá por las décadas de los '60, '80, '90 y los 2000 con resultados dispares.

   Uno de los más exitosos de esos equipos fue el combinado de la Primera B (hoy B Metro, en aquel entonces era la segunda categoría) que en 1983 viajó a Malasia para disputar la Copa Merdeka, un torneo creado para conmemorar la independencia del país asiático y al que eran invitados representativos de todo el mundo. Allí, el denominado Buenos Aires XI arrasó para quedarse con el torneo tras derrotar por 2-1 a Argelia XI en la final, por lo que fue invitado para la siguiente edición.

   Pero allí la historia fue completamente distinta. Bajo el nombre de Primera B XI el combinado nacional viajó al sudeste asiático con la ilusión de revalidar el título con jugadores como Walter Fernández y Miguel Ángel Colombatti, que luego serían ídolos de Racing, y fue emparejado en el Grupo B junto a Argelia XI, China B, Corea del Sur Sub-21, Malaysian Tigers (un equipo de juveniles malayos que tenía al inglés Kevin Keegan como jugador-entrenador invitado) y Pakistán. Aunque ya de entrada la situación se complicó.

   En el debut los muchachos argentinos cayeron ante los chinos por 2-1, mientras que dos días después fueron goleados 4-0 por los surcoreanos, que básicamente tenían el mismo equipo que había conseguido el cuarto puesto un año antes en el Mundial Sub-20.

   La oportunidad de remontar llegaría en el tercer partido ante el débil Pakistán, que acumulaba tres caídas con 14 goles en contra. Y el pronóstico se cumplió a medias, ya que el Primera B XI ganó “apenas” 2-1. Posteriormente llegarían empates ante los locales y frente a los argelinos para despedirse rápidamente de un torneo que finalmente ganó Corea del Sur.

   Pero el verdadero escándalo llegaría un mes después de haber arribado a la Argentina, cuando los integrantes de aquella comitiva fueron acusados de haber recibido un soborno por parte de un capitalista chino que ofreció 500 dólares a cada uno para que el combinado nacional arregle el resultado ante los pakistaníes.

   “Hubo un ofrecimiento por parte del cuerpo técnico de la delegación argentina representado por el señor Albino Valentini para arreglar el resultado frente a Pakistán, consistente en moneda norteamericana”, confesó Enrique Merelas, presidente de El Porvenir y encargado de presidir la delegación, previo a que en febrero de 1985 se dieran a conocer las sanciones impuestas por la AFA.

   Bajo el cargo de “irregulares atentatorios a la moral” todos los integrantes de aquel combinado, desde jugadores hasta directivos con la excepción de Merelas, fueron inhabilitados por entre dos y cuatro años para desempeñar cargos en la AFA o jugar en la Selección. Y de más está decir que Argentina nunca más fue invitada a la Copa Merdeka.

La secuela aquí: Decepciones: Un fiasco de ascenso II