viernes, 7 de diciembre de 2018

"Si quieren les doy una mano"

Foto: revistauncanio.com.ar
En tiempos en los cuales el fútbol argentino se asemejaba más a un torneo barrial que al deporte súper profesionalizado de hoy en día, de hecho transcurría el 1906 y todavía faltaban 25 años para que sea redituable económicamente para los jugadores, Barracas Athletic tomó una decisión que en la actualidad sería muy discutida: le vendió al equipo más ganador, Alumni, a su único arquero, llamado José Laforia, que tiempo después, medios como El Gráfico lo catalogaron como el primer gran guardameta del fútbol argentino.



   Barracas se quedó sin arquero y salió en la apresurada búsqueda de uno, pero no lo consiguió y el partido frente a Estudiantes de Buenos Aires llegó. Ante la adversidad, el lateral derecho del equipo, Winston Coe, de origen irlandés, manifestó sus deseos de situarse bajo los tres palos a pocas horas de que comience el encuentro. Un jugador de campo yendo al arco desde el inicio en estos tiempos llamaría la atención, pero ese dato pasó inadvertido ya que Coe, en una posición en la cual es fundamental el uso de los brazos, solamente tenía uno.
   “Si quieren les doy una mano, dos ya saben que no puedo”. Cuenta la leyenda que con esa frase ocurrente convenció a sus compañeros y atajó el partido completo pese a no contar con su brazo izquierdo. El desempeño del irlandés no fue para nada malo. Si bien es cierto que Barracas cayó 2-1, para el diario La Prensa su actuación no pasó desapercibida y su desempeño fue digno de ser destacado: “Muchísimos shots atajó el manco Coe, por lo cual se hizo célebre, pues no es poca virtud desempeñar este puesto en que precisamente se hace uso de las manos cuando no se posee una”.
   Gracias a la seguridad que supo transmitir, defendió el arco de Barracas en dos partidos más. Sin embargo, los resultados estuvieron lejos de ser favorables. El primero fue una derrota muy abultada, 11-0 ante Reformer y el segundo, caída 5-0 frente al histórico Alumni, que cabe recordar fue quien se quedó con Laforia y dejó a Barracas con la valla desguarnecida.
   De todas formas, aunque debió sacar la pelota de adentro del arco en 16 ocasiones en tan solo dos partidos, La Prensa elogió al lateral-arquero manifestando que de no ser por él, los resultados serían aún más “catastróficos”. Finalmente, Coe regresó a la defensa, su puesto natural, pero dejó una imagen más que aceptable y en tiempos difíciles, pudo darle una mano a su equipo.

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