lunes, 10 de diciembre de 2018

Destinos exóticos: Un viaje iniciado en Honduras

Foto: jornalpequeno
Júlio César Santos Correa no fue un jugador reconocido por cualquier aficionado del fútbol, pero puede presumir un logro que pocos jugadores consiguieron y mucho anhelan: levantó la Orejona, ya que jugando para el Real Madrid se consagró campeón de la Champions League 1999/00. Su aporte para la conquista fue de 637 minutos en cancha divididos en nueve partidos, con dos amonestaciones.

   El paso por la Casa Blanca sin dudas fue el más importante para el defensor brasileño, que supo ser un trotamundos del deporte vistiendo las camisetas de nada más y nada menos que quince clubes, en los cuales además del Merengue se destacan el Milan y el Benfica, pero no consiguió permanecer por un tiempo prolongado en ninguna de las dos instituciones.
   Los equipos que disfrutaron de la mejor versión del brasileño fueron Tigres de México, Olympiacos de Grecia y Valladolid, siendo estos últimos dos en donde más encuentros disputó (63 y 93, respectivamente) y más goles anotó (11 y 6). Luego de la experiencia en la liga griega tuvo pasos breves por el Dinamo Bucarest rumano, el Gaziantespor turco y el Marítimo portugués, en donde no logró jugar ni un minuto.
Foto: laprensa.hn
   En 2011 llegó a la MLS, uno de los torneos por los cuales apuestan las grandes estrellas para vivir los últimos años de sus carreras. Su destino fue el Kansas City pero no permaneció mucho tiempo. No obstante, su estadía en su próximo equipo, Toronto, fue mucho más breve, ya que solamente estuvo dos meses antes que le den de baja, sin lugar en el equipo.
   Pese a sus problemas de adaptación y sus constantes cambios, hay un club que guarda grandes recuerdos de él y su apellido es motivo de orgullo, el Marathón de Honduras. Júlio César inició su carrera profesional llamativamente en el país centroamericano luego de que Los Verdes se fijaran en él, que previamente jugaba con 17 años en las inferiores del América de México.
   En la temporada 1995/96 mostró su fútbol en Honduras y no le fue nada mal, ya que solo un año le bastó para que los equipos de Europa lo busquen aun estando en una liga con escasa visibilidad. Veinte partidos y dos goles marcó para Marathón, que le guarda mucho cariño y se enorgullece de haberlo tenido en sus filas. Muy posiblemente sea la hinchada hondureña entre tantas la que más se complace de haber visto de cerca a Júlio César mostrando su destreza con la pelota.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario