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| Foto: Teamtalk.com |
En cada periodo de traspasos los equipos gastas millones para reforzarse comprando mejores jugadores e incluso estrellas del fútbol con la idea de poder ser campeones nacionales o internacionales. Sin embargo, muchas veces los futbolistas no rinden como se esperaba y el club termina teniendo una temporada par el olvido, tal como le pasó al Manchester United en 2015/16.
Tras la partida de Sir Alex Ferguson de los Red Devils en 2013, el conjunto inglés depositó la responsabilidad del equipo en otro escocés, David Moyes. Sin embargo, luego de un mal año en el que finalizó 7mo y no ingresó a copas internacionales, fue reemplazado por Louis Van Gaal, el cual venía de terminar 3ro en el Mundial con Países Bajos.
En su primer año en el Manchester Van Gaal logró llevar al equipo al cuarto puesto, lugar que le permitía jugar la Champions League de la temporada 2015/16 por lo que el conjunto inglés decidió que era la hora de abrir la billetera, ir por todo y lograr su cuarta Orejona.
Las principales contrataciones fueron las futuras estrellas Anthony Martial, de 20 años procedente del Mónaco a cambio de 50 millones, y Memphis Depay, de 21 por 28 millones tras su paso por el PSV. Posteriormente llegaron Morgan Schneiderlin, Matteo Darmian y Bastian Schweinsteiger por los que el club gastó un total de 140 millones con la ilusión de volver a reinar en Europa.
El sorteo determinó que jugarían contra el CSKA Moscú, al PSV y al Wolfsburgo por lo que avanzar de ronda parecía bastante accesible.
En la primera fecha se enfrentaron a los neerlandeses e increíblemente cayeron 2 a 1 pero se recuperaron y consiguieron el mismo resultado contra los alemanes pero esta vez a favor. En la tercera jornada nuevamente hubo una sorpresa ya que empataron 1 a 1 con los rusos quedando por el momento con 4 de 9 puntos posibles.
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| Foto:Skysports.com |
En la segunda parte de la fase de grupos comenzaron con una victoria por la mínima ante el CSKA y empataron sin goles frente al PSV, por lo que un triunfo en la última fecha contra el Wolfsburgo los clasificaba como líderes del grupo. El partido rápidamente se puso emocionante y a los 10' Martial convertía el 1 a 0 que solo duraría tres minutos hasta que Naldo empatara y Vieirinha pusiera el 2 a 1 parcial a los 29' para irse ganando al entretiempo.
En el segundo tiempo Guilavogui a 10' del final marcó en su propio arco y le dio la esperanza a los Red Devils, que solo necesitaban un gol más para avanzar de ronda. Sin embargo, Naldo convirtió el 3 a 2 a los 85' y hundió al conjunto inglés que se tuvo que conformar con el tercer puesto del grupo y la chance de jugar la Europa League.
Tras el papelón en la Champions League, ganar el segundo torneo más importante de Europa era una obligación para el Manchester United, un trofeo que aún no tenía en sus vitrinas.
En dieciséisavos el conjunto inglés debió enfrentarse al Midtjylland de Dinamarca en donde nuevamente hubo sorpresas, ya que en la ida cayeron 2 a 1. Sin embargo, se recuperaron en la vuelta y una goleada 5 a 1 les garantizó el pase a octavos de final. El rival a enfrentar era ni más ni menos que el Liverpool. El clásico inglés definiría quien avanzaría de ronda a cuartos de final.
En el partido de ida los Reds aprovecharon la localía y se quedaron con los tres puntos tras un 2 a 0 por lo que el United estaba cada vez más cerca de quedarse afuera de la Europa League.
En la vuelta los Red Devils se pusieron en ventaja a los 32' con un gol de Martial de penal que les daba esperanzas. Sin embargo, cuando se terminaba la primera parte Coutinho igualó el partido y puso el 1 a 1 final para que el conjunto de Manchester se quedara sin poder ganar un título internacional.
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| Foto: Fifa.com |
Además, durante esa temporada quedaron quintos en la Premier League, no llegaron a octavos de la Copa de la Liga y solo consiguieron levantar la FA Cup tras vencer al Crystal Palace 2 a 1 en el alargue demostrando que gastar cientos de millones no te garantiza ganar trofeos importantes



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