Promesas y nada más: Hay que estar siempre listo

Foto: arsenal.com

Pocas experiencias pueden ser tan traumáticas como pasar de tenerlo todo a no poseer nada. De estar en la cima del mundo al olvido total. Llevado al fútbol, uno puede imaginar que una experiencia así de negativa podría ser, por ejemplo, la de Samuel Galindo, que en apenas unos años pasó de ser una promesa de Bolivia y pertenecer al Arsenal inglés a jugar en el ascenso de su país.

   Surgido del Real América de su Santa Cruz de la Sierra natal, este lungo mediocampista nacido en 1992 destacó tempranamente en la Sub-17 de Bolivia, y tras un gran Sudamericano en 2009 el gran Arsene Wenger le puso el ojo y se lo llevó al conjunto Gunner, que pagó 500.000 libras por el joven que ni siquiera había debutado en la máxima categoría.

   “Es un jugador que tiene buena técnica. Tiene buena resistencia y puede dar buenos pases, tiene buena visión y eso nos gusta”, declaró el entrenador francés, que sin embargo decidió que sería mejor darlo a préstamo para que gane rodaje en Europa. Así fue como la temporada 2010/11 lo vio en el Salamanca del ascenso español, donde apenas jugó. También en aquel 2010 se dio el gusto de debutar en el seleccionado boliviano, ya que participó de una caída por 5-0 ante México.

   Pero como era de preverse, en su regreso a Inglaterra volvieron a prescindir de él, y lo mandaron nuevamente a la península ibérica, primero al Gimnastic de Tarragona y luego al Lugo, todos de Segunda División.

   En aquellos dos préstamos tampoco pudo destacarse, por lo que a mediados de 2013 el Arsenal supuso que para que renazca debería volver a su hogar y lo cedieron sucesivamente a Jorge Wilstermann, Oriente Petrolero y Sport Boys Warnes, con un pequeño paso por el Portuguesa brasileño y una prueba fallida en Colorado Rapids de los Estados Unidos entre medio. Pero como era de esperarse, tampoco funcionó.

Foto: Futbolmania

   En aquel tour por Bolivia y Brasil apenas vio minutos y ya para 2015 y luego de un lustro sin jugar jamás en los Gunners fue dejado libre y retornó a tierras altiplánicas, esta vez para vestir los colores de Petrolero de Yacuiba, donde por fin renació. Jugó toda la temporada a un gran nivel y volvió a la Selección para disputar las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018, donde participó de las caídas ante Ecuador y Argentina.

   Tras un año en el club de Yacuiba, Galindo buscó revancha en Sport Boys. Y se ve que la consiguió: tras una temporada en Warnes pegó el salto a uno de los grandes del fútbol boliviano: The Strongest, que lo sumó para la temporada 2017/18. No obstante, volvió a jugar poco y a principios de este año fue presentado en San José de Oruro, equipo en el que apenas duró unos meses y del que se fue por falta de pago.

   Y así fue como en julio el ex Arsenal recaló en el Always Ready de la Segunda División boliviana, donde espera que su basta trayectoria ayude al conjunto paceño a lograr el ascenso a la máxima categoría. Porque si hay algo que aprendió en estos 26 años es que hay que estar siempre listo.