Por las cuestiones lógicas del desafío que supone un Superclásico no son muchos los jugadores que hacen su debut en la máxima categoría jugando un partido entre los dos clubes más grandes de nuestro país. Pero por más extraños que sean estos casos no dejan de existir, y hoy recordaremos a dos leyendas que se estrenaron frente a su acérrimo rival.
Ellos son Antonio Rattín, famoso por ser el capitán argentino durante el Mundial de Inglaterra '66 y el séptimo jugador con más partidos en la historia de Boca (382), y Daniel Onega, jugador argentino con más goles en Copa Libertadores (31) y el noveno con más tantos en la historia de River (117).
El Rata, un mediocampista que imponía respeto, se dio el gusto de debutar frente al Millonario un 9 de septiembre de 1956 en un partido correspondiente al campeonato de aquel año. En La Boca el Xeneize se impuso por 2-1, y en El Gráfico describieron a aquel pibe de 19 años de la siguiente manera: “Jugó como si fuera propietario del lote que pisaba. Sin complejos, duro, se atrevió al foul y desde el comienzo mostró su carácter. No es de los que se aplastan sino de los que tienen levadura”.
Onega por su parte tuvo un estreno que parecía presagiar su relación idílica con el máximo torneo continental. El 10 de febrero de 1966, el delantero saltó a la cancha por primera vez con La Banda para jugar frente a Boca en un partido válido por la fase de grupos de la Copa Libertadores, que acabó con victoria para River por 2-1. “Uno siempre sueña con jugar en primera, y si el primer partido es contra el clásico rival la alegría es doble. Además ganamos, así que puedo decir que fue un debut soñado”, declararía luego el atacante que en aquella edición y con 21 años anotó 17 goles, todo un récord.

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