miércoles, 14 de noviembre de 2018

Decepciones: La final que no fue

Foto: libero.pe
Durante décadas estuvimos esperando volver a ver un Superclásico en una final. La primera fue en el Nacional '76, luego llegó la Supercopa de este año y ahora la inigualable definición de la Copa Libertadores. Sin embargo, hace 14 años un pequeño club de Cusco no solo le arrebató al mundo la chance de ver una final internacional entre los dos clubes más grandes de Argentina, sino que les ganó un título a cada uno: el Cienciano de Perú.

   Pese a que ya hace unos años que se encuentra en la Segunda División peruana, el club vivió su época dorada a mediados de la década pasada, dando dos batacazos históricos al quedarse con la Copa Sudamericana 2003 y la Recopa en 2004. La primera de ellas se la ganó al River del Ingeniero Pellegrini, mientras que la segunda fue al Boca de Brindisi.
   Pero esto no fue solo un hecho sin precedentes para un fútbol incaico que jamás había logrado un título internacional. También fue un logro que evitó ver un Superclásico para definir la Recopa Sudamericana, ya que el Xeneize se había quedado con la Copa Libertadores en 2003 y si el Millonario ganaba la Sudamericana habría superfinal. Pero el Cienciano se encargó de aguarle la fiesta a los dos.
   En su segunda incursión fuera de su país tras alcanzar los octavos de final de la Libertadores 2002, los cusqueños eliminaron sucesivamente a Alianza Lima (1-0 y 1-0), Universidad Católica (4-0 y 1-3), Santos (1-1 y 2-1) y Atlético Nacional (2-1 y 1-0) para alcanzar de manera sorprendente la final.
   Allí no aguardaba otro que el poderoso River, que había ganado el Clausura en el primer semestre del año y quería quedarse con la segunda edición de la copa. Sin embargo, las múltiples bajas por lesiones y suspensiones (Alejandro Saccone debió ir al banco como jugador de campo) conspiraron contra un Millonario que abrió la serie en El Monumental pero apenas pudo rescatar un empate sobre el final, ya que a los 85' Salas puso el 3-3.
Foto: portal.andina.com.pe
   Para la vuelta, disputada en Arequipa a unos 2.300 metros sobre el nivel del mar, Pellegrini recuperó a sus principales piezas, pero no fue suficiente. El sorprendente Cienciano, que terminó el partido con nueve jugadores, ganó por 1-0 con un gol del zaguero paraguayo Carlos Lugo a los 78' y dio el gran batacazo.
   Pocos lo podían creer, pero el equipo de Freddy Ternero era campeón de la Sudamericana, por lo que se ganó el derecho a jugar la Recopa del año siguiente frente a un Boca en transición tras la salida de Carlos Bianchi luego de perder la final de la Libertadores 2004 ante otra sorpresa, Once Caldas.
   Por esas maravillas del fútbol sudamericano, aquel partido se jugó en Fort Lauderdale, Estados Unidos, en septiembre. Y allí, ante menos de 10.000 espectadores, los peruanos volvieron a hacer historia. Tras igualar agónicamente gracias a un tanto del colombiano Rodrigo Saraz (Tévez había abierto el marcador) llegaron los penales, donde el arquero Óscar Ibáñez fue figura.
Foto: elcomercio.pe
   Mientras el conjunto cusqueño convertía sus cuatro lanzamientos, Ibáñez se los atajó al Apache y a Fabián Vargas para que su equipo gane por 4-2 y levante su segundo trofeo en tan solo un año, quitándole una copa a River y otra a Boca y privándonos de un Superclásico en la Recopa. Aunque siempre hay revancha.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario