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| Foto: antena3.com |
A mediados del 2014, el Liverpool se desprendió de su
principal figura y goleador. Luis Suárez abandonó Anfield para acompañar a
Lionel Messi y a Neymar en el Barcelona y formar un tridente que le brindaría
grandes alegrías al equipo catalán. No obstante, el conjunto inglés confiaba en
no extrañar al atacante uruguayo, ya que incorporó a la institución a un
delantero que daba que hablar, tanto por sus actuaciones dentro del verde césped
como por sus polémicas extra futbolísticas: Mario Balotelli.
El jugador italiano, conocido por el público inglés por su
paso por el Manchester City, llegaba con buenos pergaminos. En el equipo ciudadano marcó treinta goles y fue
parte de tres títulos: la FA Cup en 2011, la Premier League y la Community Shield en 2012. Además,
previamente había conquistado tres scudettos
con el Inter, una Copa Italia, una Supercopa Italia, y su logro más importante
con el Neroazzurro, la Champions
League conseguida en la temporada 2009/10.
Proveniente del Milan, en donde mostró un buen rendimiento, Súper Mario llegó al Liverpool a cambio
de 16 millones de libras y con un contrato por tres años. En declaraciones con
el sitio oficial de los Reds,
manifestó: “estoy muy contento, vine porque es uno de los mejores equipos de
Inglaterra y con jugadores jóvenes”. Además, se mostró sorprendido por la
bienvenida que le dieron los hinchas: “No esperaba la increíble reacción porque
los aficionados no eran buenos conmigo cuando enfrentaba al Liverpool con el
Manchester City. Puedo ver la expectativa de la gente, son muy felices y eso me
hace feliz a mí”.
Balotelli no exageró con sus declaraciones. Su llegada
provocó un furor que generó desde pequeños gestos como que le dedicaran una
canción o que un hincha lo nombrara en el Ice
Bucket Challenge, el reto que consistía en vaciar un balde de agua helada
sobre uno mismo, hasta grandes muestras de cariño, como que los fanáticos hayan
agotado la primer tanda de camisetas con su nombre y el número 45 el mismo día
que estampó su firma.
Además, el italiano contó rápidamente con el apoyo de su
entrenador, Brendan Rodgers, que dialogó con el sitio oficial del Liverpool y
comentó que “la transferencia representa un valor excepcional” y que el negocio
“ha sido realmente inteligente”. “No hay duda de su habilidad, es de clase
mundial y tiene una vasta experiencia pese a sus jóvenes 24 años”, amplió el
director técnico nacido en Irlanda del Norte.
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| Foto:provenquality.com |
A pesar del boom que
causó con su llegada, su estadía en Liverpool tan solo duro una temporada, en
la cual anotó solamente cuatro goles en 28 encuentros disputados, una cifra muy
baja para un delantero de su nivel, que lejos estuvo de cumplir con las
expectativas. Además, para la temporada siguiente, Christian Benteke y Roberto
Firmino se sumaron al equipo y Balotelli, sin lugar, regresó a préstamo al
Milan por un año.
Jurgen Klopp, entrenador de los Reds cuando retornó el Nene,
rápidamente le informó que no sería tenido en cuenta. Por ello y a causa del
elevado contrato, la mejor alternativa fue la recisión del mismo y finalmente
se marchó al Niza de Francia sin dejarle dinero al conjunto inglés, evidenciando
que finalmente no fue un negocio inteligente como había opinado Rodgers dos
años atrás.
Tiempo después, ya instalado en su nuevo club, Balotelli le brindó
una entrevista a Sky Italia y dejó en claro que el bajo rendimiento se dio por “no
haber podido adaptarse a un ambiente en el que no se encontraba”. Así fue como Súper Mario pasó de llegar al Liverpool
con todas las luces a marcharse gratis y por la puerta de atrás.


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