miércoles, 12 de septiembre de 2018

Contra todo pronóstico: La noche soñada de Chipre

Foto: goal.com.cy
Pese a sus recientes traspiés en los Mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018, y en la Eurocopa de Francia 2016, España se ha convertido en la última década en una selección candidata a ganar todo aquel torneo que dispute. Sin embargo, hubo una época en la que La Roja sufría más de lo que podía disfrutar. Y esa época no es tan lejana: hace apenas una semana se cumplieron dos décadas de una de las derrotas más humillantes del combinado español: el 3-2 que le propinó Chipre rumbo a la Euro 2000.

   Para poner en contexto aquel duelo: los hispanos venían de realizar una pésima Copa del Mundo en Francia '98, donde quedaron eliminados en fase de grupos tras caer con Nigeria, igualar con Paraguay y golear a Bulgaria; al tiempo que los chipriotas, como de costumbre, no habían podido clasificar al torneo más importante del planeta fútbol.
   Con la base de aquel equipo que había tropezado unos meses antes en tierra gala, el entrenador Javier Clemente seguía firme en el cargo y con ganas de afrontar el nuevo desafío: clasificar a España a la Eurocopa del 2000, a disputarse en Bélgica y Países Bajos. La primera estación sería Larnaca, una de las ciudades más importantes de Chipre, un pequeño país insular ubicado en el mar Mediterráneo que cuenta con una selección que jamás se ha clasificado a la fase final de un torneo.
   Para el partido del renacer futbolístico de La Roja, Clemente quiso sacarse el estigma de “técnico defensivo” y paró una especie de 4-3-2-1 con varios jugadores de ataque como Luis Enrique, Alfonso Pérez, Raúl o Morientes. Sin embargo, el cambio de estilo favoreció más que nada al local, que sobre el cierre del primer tiempo abrió el marcador gracias a un golazo de Engomitis, que se la picó desde afuera del área a Cañizares.
   De cara al complemento no había quien no esperara la remontada de La Furia. Pero para sorpresa de todos en el Antonis Papadopoulos Stadium, Sinisa Gogic anotó a los 48' el 2-0. Era momento de quemar las naves, y al ingreso de Kiko en el primer tiempo por Alfonso (lesionado) se sumó la entrada de Ezquerro por Etxeberria. Y algo de efecto surtió, ya que apenas pasados los 70' Raúl logró el descuento.
Foto: Marca
   Pero la esperanza duraría poco, y a los 76' Spoljaric marcó de cabeza el sorprendente 3-1 para casi sellar el batacazo. Apenas quedaría tiempo para un nuevo acercamiento en el marcador, esta vez por parte de Morientes, previo a que se desate el delirio en Larnaca. El débil Chipre había derrotado a la poderosa España.
   Tras la humillante derrota, Clemente dejaría su cargo y, un tiempo después, declararía: “Si jugara otra vez el partido, pondría ocho defensas”. Su sucesor fue José Antonio Camacho, que logró levantar al equipo y lo llevó a la Euro tras superar a Israel (2-1 y 3-0), Austria (9-0 y 3-1), San Marino (6-0 y 9-0) y a los chipriotas, que en la vuelta disputada en Badajoz no pudieron repetir la hazaña y cayeron 8-0. Aunque ya habían puesto de rodillas al que 12 años luego sería campeón del mundo.

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