Un partido de locos: ¿Para dónde pateamos?

Foto: Mental Floss

Cualquier persona que se jacte de ser futbolera ha afirmado alguna vez que un partido que vio fue "el más loco del mundo", ya sea por acciones insólitas como por rotundos cambios en el marcador. Sin embargo, la realidad es que apenas un grupo reducido de gente ha visto lo que sin dudas es el partido de fútbol más extraño de la historia: el Barbados - Granada de la Copa del Caribe de 1994.

   ¿Acciones insólitas? Claro ¿Rotundos cambios en el marcador? Por supuesto. Nada le faltó a aquel épico encuentro que en condiciones normales habría pasado inadvertido. Aunque ahí está el punto, nada fue normal.

   Para aquella edición del torneo se implementó una insólita regla: si el encuentro finalizaba en igualdad tras los 90 minutos se disputaría un alargue con un gol de oro que, increíblemente, valía por dos. Es decir, si el cotejo terminaba 0-0 y había un tanto en la prórroga, el resultado final era de 2-0.

   En ese contexto fue que les tocó enfrentarse a barbadenses y granadinos por la última fecha del Grupo 1 de la ronda previa, que también integraba el ya eliminado Puerto Rico. El único resultado que le servía a Barbados era una victoria por al menos dos goles, mientras que a Granada le alcanzaba incluso una caída por la mínima para avanzar a la fase final.

   El partido comenzó con total normalidad y rápidamente los Bajan Tridents lograron los dos tantos que necesitaban. Sin embargo, a falta de siete minutos para el final del cotejo los Spice Boys llegaron a un descuento que obligaba a su rival a buscar desesperadamente un tanto más. O no.

   Tras algunos minutos, los jugadores de Barbados se dieron cuenta que era más fácil meterse un gol en contra e intentar anotar uno a favor en el alargue (que valdría por dos) que hacer uno en el arco rival en tan poco tiempo.

Foto: Futbol Club de Lectura

   Y así es que surgió una de las estrategias más extrañas de la historia de este deporte: los barbadenses se hicieron un autogol intencional y llevaron el juego al tiempo extra, no sin que antes sus rivales se dieran cuenta de que les convenía hacer lo mismo para clasificar, por lo que los minutos finales fueron un verdadero descontrol en el que Barbados defendía tanto su arco como el contrario, al tiempo que Granada buscaba anotar en cualquiera de los dos, ya que un 3-2 o un 2-3 los clasificaba.

   Ya en la prórroga los Bajan Tridents completaron su treta y convirtieron el famoso gol de oro doble que les dio la victoria por 4-2 y la clasificación a la ronda final, en la que apenas sumaron dos puntos y quedaron eliminados. Ya sin la ayuda de aquella insólita regla, claro.