lunes, 14 de enero de 2019

¿De dónde?: El Maradona asiático

Foto: teammelli.com
The Asian Maradona fue el apodo que adquirió el volante ofensivo iraní Ali Karimi gracias a su facilidad para la gambeta tanto en velocidad como en espacios reducidos, capaz de abrir mediocampos y defensas en base a desparpajo y habilidad. Su calidad, su técnica y sus enganches que solían hacer pasar de largo a los rivales fueron distintivos en la trayectoria del futbolista que dejó la actividad profesional en 2014.


   Si bien es cierto que Irán es un habitué en los Mundiales, sobre todo en tiempos modernos, muy pocos de sus jugadores llegan a jugar en los grandes clubes de Europa, como fue el caso de Karimi, que llegó a la Bundesliga y vistió la camiseta del Bayern Múnich. Pero, ¿cómo consiguió que el conjunto más grande de Alemania se fije en él?
Su carrera comenzó en el Persépolis de su país, en donde jugó por tres años luego de debutar en 1998. Salió a la cancha con el equipo iraní en 47 oportunidades y anotó 16 goles, además de aportar 11 asistencias. En 2001 fue transferido al Al Ahli de los Emiratos Árabes Unidos y allí mostró un nivel sobresaliente, que le permitió adjudicarse en 2004 el premio al mejor jugador asiático del año al ser el máximo goleador de la liga emiratí con 14 tantos.
   Así fue como en 2005 dio el salto de calidad y arribó al fútbol europeo para jugar en el Bayern Múnich. En Alemania permaneció dos años y con el equipo bávaro disputó 42 encuentros, siendo cinco de ellos correspondientes a la UEFA Champions League. Sin embargo, el logro más trascendental fue el haber sido parte del título de la liga conseguido en la temporada 2005/06.
Foto:  Iran Sports Press
   En 2007 se alejó de la elite del fútbol para jugar en el Qatar Sports Club en donde permaneció solo un año para luego retornar al club de sus comienzos, el Persépolis, aunque también estuvo solo una temporada. Posteriormente se marchó a otro equipo iraní, el Steel Azin pero no tuvo la continuidad deseada, ya que solo jugó cuatro partidos. En 2011 volvió a Alemania para defender la camiseta del Schalke 04 pero solo estuvo en cancha durante media hora entre dos partidos.
   Tras no haber tenido un buen paso por el país teutón retornó al Persépolis y completó su tercer ciclo al retirarse en 2014 definitivamente del fútbol profesional. Con la Selección iraní disputó el Mundial de Alemania 2006 y jugó un total de 114 encuentros, concretando 37 goles. Si bien es cierto que luego de despedirse del Bayern Múnich no pudo asentarse en el fútbol europeo, gritar campeón con un equipo tan importante es un mérito poco habitual para un jugador nacido en Asia occidental.

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