Destinos exóticos: El nacimiento de un superhéroe

Foto: EM Soccer

En la actualidad, y ante el avance económico de los países del Medio y el Lejano Oriente, son muchos los futbolistas que deciden emigrar al continente asiático en busca de engrosar sus cuentas bancarias y, por qué no, ayudar al crecimiento del deporte rey en territorios donde no es tan popular. Uno de ellos es el brasileño Givanildo Vieira de Souza, más conocido como Hulk, que actualmente se encuentra en China pero que previamente utilizó el fútbol asiático como un trampolín para su carrera.

   Nacido en Campina Grande, una ciudad ubicada al este de Brasil, el fornido delantero integró las filas de clubes como Vilanovense o San Pablo en categorías inferiores, hasta que en 2003 recaló en el Vitória, donde haría su estreno en el fútbol profesional en 2004, con 18 años. Sin embargo no le fue muy bien: disputó tan solo dos partidos, ambos con caídas, y su equipo descendió a la Serie B.

   No obstante, el destino de Hulk estaba lejos de Brasil, ya que para el año siguiente le llegó una curiosa oferta del Kawasaki Frontale de la J1 League japonesa. “Estoy muy feliz de poder jugar en Frontale. Espero producir buenos resultados y compartir la alegría con los seguidores”, manifestó el campinense en su arribo a tierras niponas.

   Pero nuevamente la situación no duró mucho: tras anotar 3 goles en 12 partidos fue cedido al Consadole Sapporo de la J2 League. Y allí por fin las cosas cambiaron. Con 20 años y en una etapa de pleno crecimiento, el delantero se destapó y marcó 25 tantos en 38 encuentros de la segunda división japonesa, lo que le permitió ser el segundo máximo goleador de la categoría por detrás de su compatriota Borges, que metió uno más.

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   Sin embargo, los de Sapporo no alcanzaron el ascenso y Hulk regresó a Kawasaki, aunque debió volver a hacer las valijas y retornar a segunda división, esta vez con los colores del Tokyo Verdy. ¿El resultado? Un increíble registro de 37 goles en 42 juegos para ahora sí ser el goleador y lograr subir a la máxima categoría.

   Para el 2008 el club dueño de su pase, Kawasaki Frontale, decidió volver a tenerlo en cuenta, aunque en Tokyo quedaron tan satisfechos que decidieron comprarlo, para que esta vez meta 7 goles en 11 duelos de la J1 League durante el primer semestre. Y ya para la segunda mitad del año sucedió lo inevitable cuando el Porto desembolsó 5,5 millones de euros por su pase, que por esas maravillas del fútbol moderno pertenecía a Rentistas del ascenso uruguayo.

   Y a partir de allí el Hulk que todos conocemos: cinco años cargados de goles y títulos en Portugal, cuatro similares en el Zenit ruso, una Copa Confederaciones y la participación en un Mundial con Brasil, y algunos años juntando dinero en el Shanghai SIPG de China. Aunque probablemente sin su paso por Japón nada de esto hubiera sucedido.