Contra todo pronóstico: El día en que Honduras bajó a Brasil

Foto: diez.hn

Cuesta imaginar un día que le haya llevado más alegría al pueblo futbolero de Honduras que el 23 de julio de 2001. Porque más allá de que para aquel entonces los Catrachos ya habían conquistado una Copa de Oro de la Concacaf en 1981 y se habían clasificado al Mundial de España '82, lo que lograron esa tarde en Manizales fue incomparable: ante 25.000 espectadores, el combinado hondureño superó a Brasil por 2-0 y lo dejó afuera de la Copa América.

   Los tantos de Juliano Belletti, en contra, y de Saúl Martínez son parte de la historia grande de aquel pequeño país centroamericano, que tuvo que asistir de apuro al torneo que se disputó en Colombia debido a la renuncia de Argentina, que se negó a participar alegando cuestiones de seguridad.

   De hecho, el equipo hondureño fue conformado apenas 48 horas antes del inicio de la copa y sin sus principales figuras, que algo más de un mes antes habían sido eliminadas en la clasificación para la Copa de Oro de la Concacaf de 2002. Con este panorama para nada alentador, Amado Guevara se erigía como el principal referente de La H, al tiempo que una joven promesa que se desempeñaba en el fútbol italiano aportaba algo de ilusión: David Suazo.

   El hecho de asistir a un torneo tan importante con un equipo “B” generó dudas, más aún tras caer en el debut frente a la otra invitada de apuros: Costa Rica. Sin embargo, una victoria por 2-0 ante la débil Bolivia y un sorprendente 1-0 sobre Uruguay, siempre con goles de Guevara, depositaron a Honduras en cuartos de final contra todo pronóstico.

   No obstante, todo parecía indicar que hasta allí llegó el sueño, ya que el rival sería Brasil, que llevó un equipo conformado principalmente por jugadores del medio local, pero que igual contaba con figuras de la talla de Roque Júnior, Emerson, Juninho Pernambucano o el inolvidable Mário Jardel, que todavía no se convertía en aquel fiasco que deambuló por Newell's.

Foto: efemeridesdoefemello.com

   Sin embargo, la magia del fútbol es capaz de todo, y la Bicolor, que no tenía nada que perder, salió a jugarle de igual a igual a un Scratch al que no se le caía una idea. Fueron pasando los minutos y a los 13' del complemento llegó la primera sorpresa: tras un cabezazo de Martínez que dio en el palo, Belletti no pudo reaccionar para despejarla y terminó poniendo el 1-0. La desesperación se apoderó de la Verdeamarelha, que en su afán por empatar recibió el golpe de nocaut a los 94', luego de una contra magistral coronada por Martínez.

   La felicidad era plena. Honduras había bajado al que un año después sería campeón del mundo. Ya no importó que Colombia los eliminara en las semifinales, aunque sí importó una nueva victoria ante Uruguay, esta vez por penales, para quedarse con el tercer puesto. Paradójicamente, unos meses después no pudieron acceder al Mundial de Corea-Japón 2002, pero la historia ya estaba escrita.