El anhelo de convertirse en Supercampeones

Considerados potencia en las artes marciales y en los videojuegos, los japoneses nunca consiguieron dar el gran salto a los deportes en los que una pelota esté involucrada. Sin embargo, desde que el cupo de participantes pasó de 24 a 32, en 1998, los Samuráis participaron en todas los Mundiales soñando con lograr la gran hazaña de llegar a convertirse en Supercampeones.

   A pesar que la Copa Asiática comenzó en 1956, los nipones tuvieron su primera participación en 1988 y solo le bastaron 16 años para igualar a Arabia Saudita e Irán con tres títulos. En el 2011 los Samuráis llegarían a la gloria obteniendo su cuarta copa del continente,  luego de vencer a Australia durante el alargue, para así convertirse en la máxima potencia asiática.

   No obstante, el camino del fútbol nipón hacia la competitividad fue largo y difícil. Aunque hoy en día haya jugadores japoneses en equipos europeos, Yasuhiko Okudera fue el primero en llegar al Viejo Continente y abrir el camino para que los asiáticos sean vistos en el mundo.  Pieza importante en la temporada 77/78, logró conseguir la Bundesliga, Copa de Alemana y llegar a semis de Europa. Nueve años en Alemania con el Hertha Berlín y el Wender Bremen, 259 partidos jugados y 34 goles anotados generaron una influencia en el fútbol japonés que aún hoy,  40 años después, es perceptible.

   Sin embargo, dicho futbolista no tuvo el placer de poder disputar una Copa del Mundo, algo que desde Francia ´98 los Samuráis hacen de forma constante. Su primer Mundial los regresó tempranamente a Asia luego de perder en la fase de grupos ante Argentina, Croacia y Jamaica.

Cuatro años más tarde, tendrían el honor de albergar el máximo trofeo mundialista junto a su vecina, Corea del Sur. Durante esa competencia, los nipones lograron igualar con Bélgica, ganarle a Rusia y a Túnez y avanzar por primera vez en su historia a octavos de final para caer por la mínima ante Turquía.

   En Sudáfrica 2010, con Shunsuke Nakamura, Makoto Hasebe y Keisuke Honda a la cabeza, lograron nuevamente avanzar de ronda luego de perder con Países Bajos y ganarle a Dinamarca y Camerún. A pesar de igualar en cero frente a Paraguay, los Samuráis cayeron derrotados 5 a 3 en los penales, igualando su mejor actuación hasta el momento.

   Brasil 2014  volvió a ser nuevamente una vuelta a casa en primera ronda demostrando el círculo constante desde que jugaron su primer Mundial. No pasan primera ronda, al siguiente torneo clasifican a octavos y nuevamente vuelven de nuevo a caer.

   En Rusia, con Yuto Nagatomo, Shinji Kagawa, Shinji Okazaki y Keisuke Honda como referentes, buscaran terminar con el maleficio y llegar por lo menos a cuartos de final. Sin embargo, los Samuráis no se achican y desean llegar a disputar una final para conseguir ser los Supercampeones.