viernes, 9 de febrero de 2018

Buscando el oasis en el medio del desierto

Arabia Saudita es, sin dudas, una de las selecciones más importantes del continente asiático desde la década de los ’80, más precisamente desde el 1984, año en el cual consigue participar de la Copa de Asia por primera vez en su historia. ¿Cómo fue su participación? Muy buena, tanto que lograron alzar el trofeo tras vencer a China por 2 a 0 en la final, para sorpresa de todos.
El título fue inesperado porque Los hijos del desierto previamente habían tenido un protagonismo nulo en los primeros planos del fútbol internacional. No clasificaron para ninguna de las ediciones de la Copa Asiática y solamente habían participado sin éxito de las Eliminatorias para los mundiales del ’78 y el ’82, disputados en Argentina y España, respectivamente.
Ese campeonato ganado sirvió como estímulo para que Arabia Saudita comenzara a crecer y a tomar relevancia a nivel continental. Cuatro años más tarde, en 1988, revalidaría la conquista luego de derrotar a Corea del Sur en los penales, por 5-4, luego de una igualdad sin goles y de esa manera se proclamaría bicampeón.
La tercer y última Copa de Asia que ganó Arabia Saudita fue la que se jugó en Emiratos Árabes, en el ’96. Otra vez, en la definición desde los 12 pasos, Los hijos del desierto se impondrían ante su adversario. En este caso fue ante el organizador del torneo por 4-2, tras otro empate en cero.
Otro hito que marcó el crecimiento de esta Selección en los ’90 es la final perdida ante Argentina en la primer Copa Confederaciones (en ese entonces denominada Copa Rey Fahd), la del ’92, en la cual Arabia Saudita fue local. Participaron dos selecciones más, Estados Unidos y Costa de Marfil, totalizando cuatro aspirantes al título. Los saudíes derrotaron contundentemente a los norteamericanos por 3-0 en el primer partido pero poco pudieron hacer en la final ante la Albiceleste, que ganaría por 3-1.
En cuanto a la historia mundialista, el techo que alcanzaron Los hijos del desierto fue el de los octavos de final, en su primera experiencia en la máxima competición a nivel selecciones nacionales. Fue en Estados Unidos ’94 y llegaron a dicha instancia después de vencer a Marruecos y a Bélgica en la fase de grupos. En la llave quedaron emparejados con Suecia y cayeron por 3-1. Sin embargo, pese a la derrota, Arabia Saudita consiguió ser hasta el momento el único país árabe asiático en meterse entre los 16 mejores de un Mundial.
Luego vendrían las frustraciones: tres eliminaciones en primera ronda consecutivas, actuaciones pobres y una goleada por 8-0 sufrida ante Alemania en Corea-Japón 2002. En esos mundiales (1998, 2002 y 2006) los saudíes no conocieron la victoria. Para las últimas dos ediciones (2010 y 2014) Los hijos del desierto ni siquiera lograron la clasificación.
Con la asunción de Juan Antonio Pizzi como director técnico, campeón de una Copa América con Chile, los asiáticos sueñan con hacer un mejor papel en Rusia. Nada ni nadie les impide a los jugadores y al cuerpo técnico soñar a igualar la hazaña del ’94, y, porque no, superarla y quedar en la historia.

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