Ese campeonato ganado sirvió
como estímulo para que Arabia Saudita comenzara a crecer y a tomar relevancia a
nivel continental. Cuatro años más tarde, en 1988, revalidaría la conquista
luego de derrotar a Corea del Sur en los penales, por 5-4, luego de una
igualdad sin goles y de esa manera se proclamaría bicampeón.
La tercer y última Copa de
Asia que ganó Arabia Saudita fue la que se jugó en Emiratos Árabes, en el ’96.
Otra vez, en la definición desde los 12 pasos, Los hijos del desierto se impondrían ante su adversario. En este
caso fue ante el organizador del torneo por 4-2, tras otro empate en cero.
Otro hito que marcó el
crecimiento de esta Selección en los ’90 es la final perdida ante Argentina en
la primer Copa Confederaciones (en ese entonces denominada Copa Rey Fahd), la
del ’92, en la cual Arabia Saudita fue local. Participaron dos selecciones más,
Estados Unidos y Costa de Marfil, totalizando cuatro aspirantes al título. Los saudíes
derrotaron contundentemente a los norteamericanos por 3-0 en el primer partido
pero poco pudieron hacer en la final ante la Albiceleste, que ganaría por 3-1.
En cuanto a la historia
mundialista, el techo que alcanzaron Los
hijos del desierto fue el de los octavos de final, en su primera
experiencia en la máxima competición a nivel selecciones nacionales. Fue en
Estados Unidos ’94 y llegaron a dicha instancia después de vencer a Marruecos y
a Bélgica en la fase de grupos. En la llave quedaron emparejados con Suecia y
cayeron por 3-1. Sin embargo, pese a la derrota, Arabia Saudita consiguió ser hasta
el momento el único país árabe asiático en meterse entre los 16 mejores de un
Mundial.
Luego vendrían las
frustraciones: tres eliminaciones en primera ronda consecutivas, actuaciones
pobres y una goleada por 8-0 sufrida ante Alemania en Corea-Japón 2002. En esos
mundiales (1998, 2002 y 2006) los saudíes no conocieron la victoria. Para las
últimas dos ediciones (2010 y 2014) Los
hijos del desierto ni siquiera lograron la clasificación.
Con la asunción de Juan
Antonio Pizzi como director técnico, campeón de una Copa América con Chile, los
asiáticos sueñan con hacer un mejor papel en Rusia. Nada ni nadie les impide a
los jugadores y al cuerpo técnico soñar a igualar la hazaña del ’94, y, porque
no, superarla y quedar en la historia.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario