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| Fuente: Goal.com |
Real Madrid superó hoy a Kashima Antlers por 3-1 en las
semifinales del Mundial de Clubes. El
Merengue cerró el partido a los 60 minutos con los tres goles marcados por
el galés Gareth Bale y pese al descuento del equipo japonés, el elenco español
no sufrió para asegurar su presencia en la final frente al campeón de la liga
de los Emiratos Árabes Unidos, Al Ain.
El hecho que el conjunto madrileño dispute una final del Mundialito contra el ganador del torneo local
del país organizador no es algo nuevo, ya que así sucedió hace dos años, y,
para sumar similitudes, fue contra un rival que participa en la presente edición:
el Kashima, al que venció hace pocas horas.
El equipo japonés se presentó al Mundial de Clubes del 2016
como uno de los más débiles de la competencia ya que no se consagró campeón de
la Liga de Campeones de la AFC (Confederación Asiática de Fútbol) sino que
accedió por haber ganado la liga de su país, que organizaba el certamen. Por
dicha razón debió disputar el encuentro preliminar clasificatorio a cuartos de
final ante el Auckland City neozelandés.
Pese a empezar perdiendo, Kashima logró revertir el
resultado y se llevó una victoria por 2-1 para avanzar en el cuadro y medirse
con el Mamelodi Sundowns de Sudáfrica. Nuevamente los asiáticos no la pasaron
bien en el primer tiempo y lograron la diferencia en el complemento,
consiguiendo un 2-0 y el pase a las semifinales del torneo en donde esperaba el
campeón de Sudamérica, Atlético Nacional de Medellín.
Los Verdolagas contaban
con figuras de la talla de Franco Armani y Miguel Borja en sus filas pero
fueron sorprendidos por un equipo que teniendo poco que perder y partiendo como
inferior en los papeles se animó y jugó con convicción. Tres jugadores que siguen
conformando el plantel del Kashima en la actualidad, Shoma Doi, Yasushi Endo y
Yuma Suzuki fueron los que anotaron para el 3-0 definitivo y permitieron que su
equipo acceda a la final ante el poderoso Real Madrid.
Pese a que el mundo futbolero pronosticaba un partido tranquilo
para la Casa Blanca, los japoneses se
convencieron de que no se la iban a hacer fácil y mostraron carácter incluso
para no achicarse ante la adversidad que significó el gol tempranero de Karim
Benzema. Gaku Shibasaki, hoy jugador del Getafe, anotó por duplicado y puso a
su equipo 2-1 arriba en el marcador.
Real Madrid no estaba cómodo pero un agarrón sobre Lucas Vázquez
dentro del área provocó un penal que Cristiano Ronaldo cambió por gol a los
pocos minutos. Durante la siguiente media hora el arquero nipón Hitoshi Sogahata fue importante para mantener el resultado
con buenas intervenciones, por lo que Kashima logró nada más y nada menos que
empatar contra el campeón de la Champions League en los 90 reglamentarios.
En la prórroga la preparación física y la jerarquía se
impuso y por ello Ronaldo anotó dos goles más para liquidar el encuentro y
poner el 4-2 final. Pese a la derrota, los japoneses pueden enorgullecerse de
su actuación a lo largo de todo el torneo y además hicieron historia al
convertirse en el primer equipo asiático en jugar la final del Mundial de
Clubes, disputándola de la mejor manera.

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