lunes, 13 de agosto de 2018

¿De dónde?: Cumbia pop desde Tahití

Foto: FIFA.com
¿Qué tienen en común un futbolista tahitiano y una banda uruguaya de cumbia pop? Cualquiera pensaría que nada, aunque la respuesta puede llegar a sorprender, ya que Marama Vahirua y Marama comparten nada y nada menos que el nombre, el cual significa “luna” en maorí. La principal diferencia radica en que el oriundo de Tahití ha logrado mantenerse en la elite del fútbol francés durante más de una década, mientras que los uruguayos han gozado de apenas tres años de fama antes de disolverse a fines de 2017.

   Pero aquí el Marama que nos importa es Vahirua, un delantero que pese a nacer en la remota ciudad de Papeete, capital de la Polinesia Francesa, dejó su huella en la Ligue 1 francesa, donde disputó más de 300 partidos con las camisetas del Nantes, Niza, Lorient y Nancy, además de jugar en segunda con el Mónaco y en Grecia con los colores del Panthrakikos.
   Viendo que su sueño de ser futbolista profesional estaría muy lejos de concretarse en Oceanía, el joven atacante siguió los pasos de su primo Pascal, un destacado extremo que jugó por una década en el Auxerre y representó a Les Bleus en la Euro '92, y emprendió el viaje a la madre patria, donde rápidamente se hizo un lugar en el Nantes, club con el que debutó en 1998.
   Poco a poco fue ganando minutos y títulos con Les Canaris, donde conquistó dos Copas de Francia y una liga entre su estreno y 2001, que además le valieron una convocatoria al combinado Sub-21 francés.
   Luego de los éxitos, y con casi 150 partidos a cuestas, Vahirua se marchó rumbo a Niza en 2004. Allí también superó el centenar de encuentros en tres años previo a pasar al Lorient, club con el que, para no perder la costumbre, anduvo cerca de los 100 cotejos.
   Tras no renovar contrato con Les Merlus, en 2010 abandonó la costa oeste del país galo para cruzarse al este y jugar en el Nancy, que no lo tuvo demasiado en cuenta y un año después lo cedió al recién descendido Mónaco, que aquel año no pudo lograr el retorno a primera, y más tarde al Panthrakikos, donde se mantuvo hasta fines de 2013.
Foto: Zimbio
   Sin embargo, con 33 años y en la recta final de su trayectoria le llegó la gran posibilidad de su carrera: Tahití debía jugar la Copa Confederaciones y el técnico Eddy Etaeta quería contar con los servicios del veterano atacante, único profesional tahitiano en actividad.
   De esta manera, Vahirua se dio el gusto de representar a los Toa Aito en un torneo de tal relevancia, y aunque los resultados no ayudaron (1-6 con Nigeria, 0-10 con España y 0-8 con Uruguay), la experiencia fue inolvidable.
   Finalizada la competencia, tomó la difícil decisión de dejar el fútbol profesional y volver a la Polinesia Francesa para jugar en Pirae, el club de su infancia, aunque luego tuvo pasos por Temanava y Dragon, donde se encuentra actualmente. Además, intenta ayudar al crecimiento del deporte en su país, tal y como explicó en diálogo con France Football: “Estoy intentando reclutar, ser los ojos de los clubes profesionales en los que he estado, para, por qué no, un día encontrar el futuro Marama”. Aunque no en referencia a la banda de cumbia pop, claro.

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