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| Foto: Itv.com |
El Barcelona es uno de los mejores equipos de la historia y un constante semillero de cracks salidos de La Masía. Messi, Iniesta, Xavi o Busquets son algunos de los tantos que crecieron en el club y se consagraron como grandes figuras. En 2008 y con solo 17 años, un tal Gai Assulin debutaba en la selección de Israel mientras estaba en el Barcelona B y los "entendidos" del fútbol ya hablaban de un chico que sería el nuevo Messi.
Un año más tarde, el mismísimo Pep Guardiola lo llevaría a la pretemporada del primer equipo en dónde pudo jugar varios partidos de la Copa Wembley y en la Copa del rey. Sin embargo, las pocas chances en el equipo impidieron que demostrara su juego y al finalizar la temporada se fue a otro equipo grande, el Manchester City.
Con la ilusión renovada, el israelí tuvo una lesión en la rodilla y no pudo jugar ni un solo partido con el primer equipo. Tras un año a préstamo en el Brighton decidió regresar a España para tener chances en equipos de Segunda División, jugando en la temporada 2012/13 en el Racing de Santander y un año después en el Hércules, clubes en los que se afianzó y, a pesar de descender con ambos, alcanzó su mejor nivel y llegó al Mallorca.
No obstante, no tuvo lugar en el equipo por lo que regresó a su país natal en 2015 para jugar en el Hapoel Tel Aviv en dónde tampoco tuvo demasiado lugar. Volvió a la Segunda División española para jugar en el Sabadell, afianzarse cómo titular y tener dos buenas temporada con el equipo.
Con sólo 27 años el nuevo Messi acaba de quedar libre luego de jugar menos de seis meses en el Kairat Almaty de Kazajistán y sin ser convocado a la selección desde su primer y único partido. Un muy buen jugador para la liga española pero para la Segunda División.


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