Los caballos de Troya

Foto: Infobae

A falta de tan solo 60 días para el Mundial de Rusia todas las selecciones se encuentran ultimando detalles para la cita futbolística por excelencia. Varios países han estado planificando su participación durante mucho más que cuatro años, mientras que otros contaron con menos tiempo. Aunque, claro, no nos estamos refiriendo solo al cuerpo técnico de cada selección, sino que también a esos jugadores que, desempeñándose en las ligas de los rivales, actúan como caballos de Troya.

   En lo relacionado a la Argentina el más emblemático de los casos es el del nigeriano Félix Orode, que juega en Defensores de Pronunciamiento, un humilde equipo entrerriano del Torneo Federal A. El oriundo de Lagos, la antigua capital de Nigeria, acumula una dilatada trayectoria en nuestro país, donde destaca su paso por San Lorenzo en 2009, cuando con solo 19 años ingresó en el clásico frente a Huracán y le dio una asistencia al Chaco Torres, en lo que fue su única actuación en Primera División.

   Luego continuó su recorrida por nuestro país en clubes de la “B” Nacional, “B” Metro y Primera “C”, hasta recalar en el Depro a mediados de 2017. Y allí, en tierras entrerrianas, fue que trascendió el rumor de que el entrenador de las Súper Águilas, Gernot Rohr, lo tendría en la mira para el Mundial, aunque parece una posibilidad muy lejana para el “nigeriano de nacimiento y argentino por elección”, como Orode se describe en Twitter.

   Pero Félix no está solo en la Argentina, ya que dos de sus compatriotas actúan en las inferiores de clubes de Primera: Emeka Oparaugo en Talleres, y Christian Ebere en Rosario Central. El primero, que arribó en 2016 junto al también nigeriano Okiki Afolabi (llegó a disputar 45 minutos en la máxima categoría antes de emigrar a Malasia) es un habitué en la reserva de La T; mientras que Ebere supo consagrarse campeón mundial sub-17 en 2015 y hoy juega en la cuarta división Canalla.

   Al no hallarse registros de argentinos jugando en Nigeria pasamos directamente a la tierra de los vikingos: Islandia, donde actualmente se encuentra el ex Newell's y Tigre Ignacio Fideleff, que en enero de este año fichó con el impronunciable Íþróttabandalag Vestmannaeyja, mejor conocido como ÍBV. Ahora, en aquella isla remota, el rosarino aguarda a que a fines de abril arranque la temporada 2018 de la Úrvalsdeild Karla, máxima categoría del fútbol islandés.

Foto: TyC Sports

   Y aunque parezca increíble, por Argentina pasó un futbolista de Islandia, aunque no vino precisamente a jugar, sino que a estudiar. Kristjan Svanur Eymundsson, actual jugador del Vaengir Jupiters de la cuarta división, participó en 2012 de un intercambio cultural de la secundaria y vivió en Rosario, donde se hizo hincha de Central, según manifestó en varias entrevistas.

   Finalmente toca enfocarnos en Croacia, el país que cuenta con una liga mucho más conocida por estos pagos que las de Nigeria o Islandia. Por allí han pasado una gran cantidad de argentinos, como el mundialista Leandro Cufré, Andrián Callelo, Luis Ibáñez, Leonardo Sigali, Pablo Migliore, entre tantos otros. Sin embargo, actualmente no hay jugadores albicelestes en la 1.HNL (primera división), aunque sí los hay tanto en la 2.HNL como en la 3.HNL (sí, se mataron con los nombres).

   En la segunda división croata está actualmente Leonardo Baima, un volante que hizo inferiores en Boca previo a pasar por Aldosivi y Defensores de Belgrano, antes de recalar este año en el Dugopolje, que también es dueño del pase de Juan Manuel Varea, un verdadero trotamundos que jugó en Vélez, Deportivo Español y Central Córdoba, además de pasar por clubes de Colombia, Bosnia, Azerbaiyán, Bulgaria, Albania y Malta, y que ahora se encuentra a préstamo en el RNK Split de la tercera categoría.

   A la inversa podemos encontrar el caso de Mario Brkljaca, un defensor nacido en Zagreb que militó en varios equipos tanto de su país como de Italia, Rusia, Austria, Bulgaria y Eslovenia antes de probarse en 2016 en Defensa y Justicia, donde Ariel Holan, por aquel entonces entrenador del Halcón, le bajó el pulgar.

Foto: Croatian Sports

   Tampoco podemos dejar de mencionar tanto a Daniel Bilos como a Darío Cvitanich, dos jugadores que nacieron en nuestro país pero que al contar raíces croatas tuvieron alguna que otra posibilidad de jugar en el seleccionado balcánico, aunque finalmente a ninguno se le dio.

   Así es que a falta de dos meses para el Mundial puede que les llegue la hora de actuar a los caballos de Troya. Algunos, como Orode o el islandés que vivió en Rosario, ya tienen a Argentina en el corazón. Ya veremos que ocurre con el resto.