No
caben dudas de que Alemania es de las pocas selecciones a las que se
las puede tildar de favoritas en todos los torneos que dispute. Así
lo marca su rica historia, en la que ha cosechado ocho títulos entre
Mundiales, Eurocopas y Copa Confederaciones, además de alcanzar a
disputar las semifinales en 24 de las 33 competiciones oficiales que
supo disputar, y faltando únicamente a dos citas mundialistas y a
tres europeas.
Podría
decirse incluso que ver a los
teutones por detrás de los cuatro mejores en cualquier torneo
es algo digno de contarle a los nietos, ya que con el paso de los
años Alemania se ha convertido en sinónimo de éxito. Ya en su
debut mundialista, allá por 1934, demostraron su capacidad
futbolística con un gran tercer puesto en la por aquel entonces
Italia fascista, aunque cuatro años más tarde caerían en la
primera ronda de Francia '38. Pero claro que en aquel momento esto
sería lo menos importante para un país que 15 meses después
comenzaría el conflicto armado más grande de la historia: la
Segunda Guerra Mundial.
Con
el final de la guerra en 1945 y la caída del régimen nazi, el país
fue dividido en dos: por un lado la República Federal y por el otro
la República Democrática; cada una con su propia selección, aunque
la primera de ellas fue la que continuó con el legado de los
teutones. Sin embargo, ninguna de las dos pudo participar del Mundial
de 1950, ya que la FIFA les prohibió el ingreso como consecuencia de
los crímenes cometidos durante el conflicto bélico.
Pero
si hay algo que al Die Mannschaft no se le puede tocar es el
orgullo. Tras su ausencia en Brasil, en Suiza '54 alcanzaron por
primera vez la gloria tras el denominado Milagro de Berna, en
el que los alemanes superaron en la final a la gran favorita,
Hungría, por 3-2 luego de comenzar dos goles abajo. Así es que
apenas nueve años después de quedar devastada por la guerra,
Alemania tocó el cielo con las manos y dio un batacazo solo
comparable con el Maracanazo al vencer a los Magiares
Mágicos de Ferenc Puskas y Sándor Kocsis, que acumulaban casi
cuatro años sin derrotas.
Un
cuarto puesto en Suecia '58 y una caída en cuartos de final en Chile
'62 serían la antesala para otra final histórica que tendría a los
germánicos como protagonistas, aunque esta vez no por la épica, sino
por la polémica que se suscitó en la definición de Inglaterra '66,
cuando con un polémico gol de Geoff Hurst los locales superaron por
4-2 a los alemanes.
Con
el orgullo nuevamente herido, un tercer puesto en México '70
alcanzaría para la presentación en sociedad del Bombardero
de la Nación, Gerd Muller, que con sus 10 goles calentaría los motores
para sus subsiguientes apariciones, en las que junto a Sepp Maier y
Franz Beckenbauer condujo a los teutones a las obtenciones de la
Eurocopa 1972 y el Mundial de 1974, disputado en sus tierras y en el
que derrotarían a otro de los grandes equipos de la historia: la
Naranja Mecánica de Johan Cruyff.
Luego
de ganar una nueva Euro en 1980 y de dos subcampeonatos mundiales
consecutivos entre 1982 y 1986, Italia '90 sería el escenario de la
tercer consagración alemana, que liderada por Lothar Matthaus y
Jurgen Klinsmann superó por 1-0 a la Argentina con un más que
polémico penal y se vengó de la final perdida cuatro años atrás.
Apenas
unos meses después se concretó la reunificación de Alemania tras
lo que fue la caída del Muro de Berlín en 1989. Y ya bajo una misma
bandera, en 1996 llegaría el primer gran festejo futbolístico, con
la obtención de la Eurocopa celebrada en Inglaterra.
Con
la llegada del nuevo milenio, el Die Mannschaft no
perdería su sana costumbre de obtener medallas, y con un
subcampeonato en 2002 más dos terceros puestos en 2006 (como local) y 2010 los
alemanes coronarían un gran proyecto con su consagración en Brasil
2014, con el inolvidable 7-1 a los locales en las semifinales y el
aún doloroso tanto de Mario Gotze en la definición.
Nuevamente con la chapa de campeón
vigente, Alemania intentará por primera vez en su historia ser
bicampeón mundial y conquistar el país que hace casi 75 años le
costó mucho más que una guerra.

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